
Simplemente se me apetece contemplarte largas horas; imaginarme cada situación junto a ti y soñar con que algún día se cumpla. Me encantaría tenerte a mi lado y dejarme llevar por tu cálido aliento, mirarte fijo a los ojos, observar tu alma y convertirme en parte de ella.
Simplemente me produces sensaciones inexplicables las cuales muchas veces no puedo controlar; me observo tranquila e inerte... pero por dentro arde una gran llamarada que recorre todo mi cuerpo hasta llegar a mi espíritu; revolcándose de lujuria pasión, exclamó tu nombre! Ven a mi y hazme tuya... hazme tuya.
Simplemente quiero perderme en tu aroma de hombre, ese aroma exquisito que me hace perder la razón y volver a ella en un parpadeo. Hazme tuya! Grita mi alma y mi espíritu sin vergüenza alguna, solo reclaman ese deseo que les pertenece, ese fuego que se que también te invade cuando me ves, esos pensamientos ''prohibidos'' que cruzan tu mente una y otra vez. Liberalos, déjalos correr cual caballos salvajes! Ven a mi y deja que nuestros cuerpos se fundan y sean uno solo.

