
Tú, que con esa fuerza dominas mi debil cuerpo
Tú, que con solo una caricia me pones a tus pies... dulce sensación de placer la que invade este cálido ser; inevitable pensamiento de lujuria.
Tú, tan lejos deseándome y yo acá deseándote.
¡Se pasa el tiempo en nuestras pieles! Que esperas?
Que tanto esperas? Ven, que el tiempo corre cariño...
corre.
¡Se pasa el tiempo en nuestras pieles! Que esperas?
Que tanto esperas? Ven, que el tiempo corre cariño...
corre.

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