whatever!


Y si me pierdo? No pienso caer otra vez. Tus labios son un intenso veneno que me provocan una y otra vez, tus manos me queman la piel al solo rozarse , y tu mirada… simplemente no la puedo descifrar.

Nuevamente me pierdo en tu ser y exploro cada rincón de tu cuerpo entre las sabanas blancas, tus gemidos penetran en mis oídos lo cual acelera mi excitación, las inmensas ganas de darte placer y el magnífico pensamiento de hacerte mío. Sé que sientes lo mismo por mí, tus caricias son especiales y tu hermosa y armoniosa manera de hacerme el amor es perfecta, sé que me amas así como yo a ti.

No, no es así... no me amas. Dilema... que confusión la que cargo encima. No puedo ordenar mi mente y escribir algo coherente, creo que necesito ayuda médica, o simplemente estoy algo dramática.

Mierda! que obstinante es no saber qué decir, como expresarse... esto es el colmo de un escritor.

Café, cigarros, té. Es todo lo que me acompaña en estos momentos. Creo que me hace falta un poco de placer, amor. Una historia que contarles, una fantasía morbosa y algo delicada, que no salga de la decencia, de la magia de hacer el amor, de la inocencia y plena entrega que se da en esos momentos tan íntimos. Simplemente una historia.

Gracias a mi falta de creatividad y pocos ánimos de vivir el día de hoy, no escribiré. No quiero involucrarlos en mis emociones suicidas de hoy. Con su permiso.


si tu me olvidas. (pablo neruda)

QUIERO que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

Mis disculpas

Para las pocas personas que quizas me visiten les pido mis más sinceras disculpas por desaparecerme en tanto tiempo. Les comento que pronto subire nuevos escritos.

gracias.


PD: No pierdan la esperanza en sus sueños y no roben los sueños ajenos.
Inquietante brisa la que entra por mi ventana
Alucinante momento el que presencio.
Tu cuerpo y el mió en perfecta sincronía.
En aquel atardecer que tanto recuerdo.


Hermoso el amanecer de este día.
Grato el aroma de la mañana.
Me entristece pensar en tu partida.
Pero me alegra saber que me amas.

Que pequeño es el mundo...

Tu sonrisa reluciente me motiva.
Tu largo y ondulado cabello destila el más grato aroma y la suavidad más relajante.
Tu mirada tierna me cautiva.
Tu inocente madurez prematura me crea sismos en todo mi ser.
Tu infantil manera de acariciar me hace sentir la persona más feliz del mundo.
Tú atractivo y esbelto cuerpo me inspiran los deseos e ideas completamente indecentes.

Tú y nada más tú. Eres todo lo que soñé.

Gracias a Dios por estar conmigo aunque es triste enterarme que eres mi hermano.

Despues de unos pasos...


Silenciosamente camine hacia aquella puerta. El miedo corría fuertemente por mis venas en compañía de la adrenalina. La abrí con mucho cuidado, entre, y todo estaba totalmente oscuro. Después de unos segundos mi vista se adapto y puede observar con claridad la inmensidad de aquella casa. Era hermosa, un poco victoriana, simplemente bella. Seguí caminando con cuidado hasta encontrarme con unas escaleras largas y tenebrosas. Nerviosa decidí subir, había mucho polvo. Me topé con un largo pasillo. Mientras caminaba escuchaba ruidos muy bajos, pasos, respiraciones, estaba asustada, pero no deje de caminar, mantuve mi postura firme y alerta. En eso observe una gran ventana en uno de los cuartos. Me pareció increíble la vista y me dirigí hacia ella. Una inquietante y escalofriante brisa abrazó mi piel en el momento que entre a aquella habitación, recorrió mi cuello, mis manos, mis pies, todo mi ser. Me senté sobre el marco de la ventana, excitada por aquella brisa, disfrutando cada segundo. Todo se sentía tan solo y calmado en ese momento, hasta que sentí una presencia atrás de mí, me baje de la ventana, di la vuelta lentamente, y pude ver una gran y esbelta silueta delante de mi, se fue acercando hasta que la luz iluminara su rostro. Era perfecto, tenía el cabello liso, largo y un poco oscuro, estaba algo bronceado, sus ojos eran de un color grisáceo, parecía que lo hubieran sacado de mi mente y lo dibujaron tal cual. Se acerco más a mí y me acaricio con dulzura el rostro. – Hasta que te dignaste a venir. ¿Acaso mis apariciones en tus sueños no eran suficientes?.- Quedé un poco atontada al escucharlo decir eso. - ¿En…en mis sueños?. – Si.- Bueno, esta casa me daba mucho miedo.- ¿Daba? ¿Porqué ya no?. – Eh… no tengo idea. – Jajá! Me encantas.

Nos mirábamos fijo, nuestras miradas estaban muy compenetradas, mi corazón latía fuerte, sus manos temblaban, estábamos muy nerviosos. EL viento comenzó a soplar más y más fuerte a medida que nos acercábamos. Mi mano le acaricio el cabello con cierto temor, el se froto con ella, ahí supe que deseábamos lo mismo. Me beso tiernamente acariciándome el cuello, yo lo tocaba dulcemente, paseaba mis manos por todo su cuerpo, el comenzó a hacer lo mismo. De repente el deseo creció y me monto de nuevo sobre el marco de la gran ventana, me rompió la camisa con una fuerza increíble, beso apasionadamente todo mi pecho, yo me excitaba mucho más a medida que pasaban aquellos largos segundos, lo bese, le quite el abrigo, el se deshizo de mis pantalones, yo igual de los de el. Quedamos los dos desnudos a la luz de la luna en el marco de la ventana. Hicimos el amor mágicamente, nuestros cuerpos estaban perfectamente sincronizados, todos nuestros músculos estaban fuertes, nuestra piel erizada, hasta el ultimo rincón de nuestros cuerpos estaba al limite de la excitación. Nuestras respiraciones se hacían cada vez más fuertes, sentía su aliento en mi cuello, con sus brazos me presionaba fuerte hacia el, me sentí suya, totalmente suya. Comenzamos a bajar el ritmo, me miro con cariño, igual yo a el. Lo saco… y me abrazó con mucho deseo, me dijo que me amaba y me penetro fuertemente. Me besaba con pasión, se movía cada vez más rápido, lo cual hizo que tuviera un orgasmo, el siguió, fuertemente, me halaba el cabello, me mordía, yo lo rasguñaba, con más fuerza, lo mordía sensualmente, lo besaba por todo su cuerpo, absolutamente todo su cuerpo...se contraía con mis besos, me rogaba que siguiera. El me halo el cabello con mucha fuerza y me coloco de espaldas y me penetro con mucha fuerza, iba muy rápido, me acariciaba, me mordía una y otra vez y BOOM!! Otro increíble orgasmo. Nunca me había sentido tan feliz en mi vida, era perfecto, todo se había quedado en un silencio absoluto y solo me ocupaba en sentir. Terminamos aquello, y no queríamos separarnos, había un lazo muy fuerte entre los dos. Me despedí tiernamente, el me acaricio los labios, los miro con deseo y...simplemente desaparecio.

A través de la ventana observo tu vida.
A través de la ventana te cuido.
A través de la ventana te hago el amor.
A través de la ventana tengo el placer más grande de mi vida.
A través de la ventana guió tus pasos.
A través de la ventana lloro constantemente por tu lejanía.
A través de la ventana me masturbo mientras te observo.
A través de la ventana tengo las fantasías más hermosas del mundo.
A través de la ventana te imploro que me mires y que te des cuenta que existo.

A través de la ventana, a través de esa encabronada ventana… tuve mi fin sin que tu descubrieras mi piel y me hicieras tuya.

Sorpresa! (basado en hechos reales)


Corrían fuerte las pequeñas hurones. Corrían y corrían tratando de huir de aquellos lobos que las perseguían. Los viejos lobos les habían dicho que nunca les harían daño pero lastimaron algo muy poderoso. Sus corazones. Las hurones cegadas por el miedo, la rabia y la desesperación, decidieron asesinarlos, pues el hecho de que sean pequeñas y jóvenes no implica que sean estúpidas e inocentes!. Pasaron meses planeando su ataque, calculando cada detalle, corrigiendo cada error. Sedujeron a los viejos lobos, aplicaron cada técnica sobre ellos, jugaron con sus mentes, los torturaron sexualmente, en fin, los manipularon de tal modo que ellos estaban a sus pies, ya que el deseo y la lujuria que sentían por ellas era demasiado grande, así dejándoles el camino más fácil a las hurones.

Ellas sabían absolutamente todo sobre ellos pero ellos estaban tan embobados que no se dieron cuenta que no sabían nada respecto a ellas, pues las hurones habían planeado todo a la perfección, y dominaron sus mentes de todas las maneras posibles e existentes. Un día las jóvenes hurones decidieron ir a encontrarse con los lobos. Ya había llegado la hora.

Entraron en sus guaridas, conversaron, tuvieron sexo, el más salvaje y lujurioso sexo, los excitaron una y otra vez, los hicieron acabar cientos de veces, ¡le dieron el placer más grande de toda su vida! Hasta que llego un punto en que los lobos se quedaron si fuerzas, ya no podían continuar, estaban muy cansados y débiles. Las hurones esperaron pacientemente a que los lobos quedaran profundamente dormidos y allí atacaron. Delicadamente les colocaron a cada uno encima de sus cuellos unas gigantescas hojillas tipo medievales, les amarraron las patas, les vendaron los ojos, y los acostaron sobre piedras.

Lentamente cada una le agarro el pene a los lobos y con tijeras de jardín se los cortaron. Al hacer aquello los lobos por reflejo se alzaron haciendo que sus cuellos pasaran por las grandes hojillas quedando decapitados. Ya muertos, las pequeñas hurones les quitaron el pelaje, los lavaron, los picaron, gustosamente los cocinaron y los repartieron entre sus familias.

Moraleja: ¡Nunca! Juzgues a una persona por su edad o apariencia, pues no sabes que sorpresas te dará.