Tu sonrisa reluciente me motiva.
Tu largo y ondulado cabello destila el más grato aroma y la suavidad más relajante.
Tu mirada tierna me cautiva.
Tu inocente madurez prematura me crea sismos en todo mi ser.
Tu infantil manera de acariciar me hace sentir la persona más feliz del mundo.
Tú atractivo y esbelto cuerpo me inspiran los deseos e ideas completamente indecentes.
Tú y nada más tú. Eres todo lo que soñé.
Gracias a Dios por estar conmigo aunque es triste enterarme que eres mi hermano.
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Libertad de expresion.